Páginas

sábado, 24 de diciembre de 2011

Rubén Vegas: Vogue Method.





No quiero, como ya he dicho muchísimas veces, convertir este espacio en un álbum gráfico internáutico de ropa y prendas con la marca y la colección debajo. Sin embargo, esta vez no expongo -una prenda de ropa-, expongo mi prenda: "Cota de Zara".  Tiene nombre y apellidos, es una idea, que nace de esa reflexión Vanitas y Postvanitas. No es un chaleco, es un chiste, es vestir de una marca hasta el extremo. Si fuesen etiquetas de Dolce y Gabbana lo único que te estaría diciendo es que tengo mucho dinero que tirar y muy mal gusto, si fueran de Dior Homme, simplemente sería un tendencioso que babea por Kris Van Assche. Las etiquetas de Zara sin embargo hablan, de pocos recursos, de poca originalidad [al vestir], del ego, que te lleva a fotografiarte en toda tu mediocre belleza y viscosa vanidad como si fueses un adonis de revista, cover boy, como más de un* se afana por escribir en un intento más, de demostrar un estilo que no se tiene. Pero no es mi interés por despertar de ese sueño húmedo y vacuo a mariquitas feos y miniprostis de Tuenti de vivir de su imagen, que también,  lo que quiero expresar con esta entrada-concluyente, es la idea que autocito de manera categórica: "La moda necesita más intelectuales y menos mariquitas con complejo de maniquí de Zara". La moda como posibilidad artística y plástica. La moda como proyecto y no como negocio. Dicho esto, poco más puedo añadir, para dar a entender el porqué no, de todo esto.

Termino: Zara no te hace ni más moderno ni más vintage, sino más idiota. Lo dice el idiota que ha construido una cota de etiquetas de Zara con valor de 3288.99 €. Feliz consumismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario